Mi nombre es Mariela Alvarado Salazar. Ingresé a la institución en 1988, a pre-kinder, pero salí a mitad de año y luego regresé a kínder en 1989. Permanecí hasta quinto año y me gradué en el año 2000.
Recuerdo a la institución con un inmenso cariño y muchos de mis mejores recuerdos fueron forjados ahí. Tuve la suerte de compartir con varios compañeros desde kínder hasta el colegio, lo que se convirtió en bellas amistades que permanecen hasta hoy. Siempre me llevé bien con todos mis compañeros y compañeras, pero sin duda mi amiga incondicional fue Nancy Sánchez. Como vivía muy cerca del colegio, mi casa se convirtió en el lugar de reunión después de clases.
Tengo miles de bellos recuerdos de la escuela y el colegio, principalmente de las giras y paseos. Muchos lugares de nuestro país, como La Fortuna, Monteverde o Guayabo; no los hubiera conocido de no ser por esas excursiones. En los recreos, nos dedicábamos más que todo a conversar, como en esos tiempos no teníamos celulares, nuestros grupos de Whatsapp eran presenciales.
Muchos profesores dejaron su huella en mi proceso de educación, pero a la que recuerdo con más cariño es a Teacher Linda. Cuando ingresé al kínder era muy temerosa y la recuerdo sentada conmigo en la dirección, dándome ánimos para volver a clases o apoyándome en la Olimpiada de Ortografía en quinto año. Siempre tenía un buen consejo cuando se le necesitaba.
Me encantaban las noches culturales y siempre las esperaba con ansias. Me gustaba mucho participar en las obras de teatro de profe Selva y recuerdo especialmente los bailes de “square dance” organizados por teacher Carolina. También los desfiles del 15 de setiembre siempre fueron sobresalientes y recuerdo haber participado desde primer grado hasta quinto año de forma consecutiva.
La institución siempre se caracterizó por su excelente educación y atención personalizada. Siempre sentimos que teníamos las puertas abiertas en la dirección para conversar de cualquier situación que nos incomodara. También tuvimos una gran preparación para los exámenes de bachillerato, los profesores sacaban de su tiempo para darnos un empujón extra.
Aún después de graduarme, siempre seguí muy unida a la institución. Mi hermano y mis primos también estudiaron ahí, por lo que siempre seguí asistiendo a las noches culturales, picnics, desfiles de faroles y muchas otras actividades.
Actualmente, soy administradora de empresas e ingeniera industrial y trabajo en una empresa familiar. Mis pasatiempos son ir al cine, al estadio (pre-pandemia), leer y pasar tiempo en familia; compartir con mi sobrino Isaac y mis primos pequeños, Miguel e Isabela, quienes siguen siendo estudiantes de la institución.
Espero que la familia Del Valle siga adelante con su modelo de enseñanza y que nunca pierda sus raíces ni su esencia. Que sus egresados sigan siendo personas preparadas para enfrentar los desafíos del mundo actual, con una excelente preparación tanto académica, como personal y moral.
