Mi nombre es Alejandro Alvarado Lawson y me gradué del Colegio del Valle en 1999.
Estuve desde sus inicios (1987) previos a su formalización (1988) y luego volví 1992 para cursar el cuarto grado y nunca más me fui pues la institución quedó inmersa en mí.
Siempre en el colegio están las personas más; las más atléticas, las más populares; las más inteligentes, más audaces, las más lindas e incluso las MÁS mal portadas; esas que tienen miles de historias en el colegio…… pues yo no era ninguna de esas personas en el colegio yo era un adolescente promedio ni muy muy ni tan tan.
Uno en la juventud tiene TODO para triunfar y ser quien uno desee ser, pero en ocasiones el autoestima te juega una mala pasada, las heridas del corazón no te dejan ver el potencial y bueno como es súper fácil culpar a otros yo siempre tiré las culpas de mis inseguridades a mi pasado de niño gordo el cual pagué. Mis queridos maestros y profesores sacaron la “fuerza interior” pues siempre con talento me retaban y demostraban que tenía mucho más que dar. Maestro(a) y profesor(a) favorito no tenía pues todos(as) marcaron capítulos en mi libro.
Uno no sabe lo especial que es la etapa del colegio hasta que al crecer debes enfrentar momentos o etapas en donde tu instinto, tu formación, tus experiencias y tus valores son puestos a prueba en la vida real y sabes que nadie vendrá a salvarte como lo hacían nuestros padres.
La Familia Del Valle me enseñó de valores para ser un mejor costarricense, la institución junto con mis padres me enseñaron de la importancia de ser fiel a mis creencias y convicciones.
Cómo olvidar el viaje anual a las cavernas de Savegre, donde la logística del viaje creaba una sinergia impresionante entre los estudiantes. Nuestros viajes a parques nacionales de corte mundial como Corcovado, Chirripó, Manzanillo-Gandoca. Tantas vivencias y acciones importantes siendo responsables, serviciales y consientes del impacto del ser humano con la naturaleza.
Me gustaría poder contar TODAS las historias, mencionar el aporte de TODOS los maestros/profesores en mi vida y me encantaría poder describir con talento literario cada uno de mis sentimientos vividos en el Colegio. El termómetro del éxito que tuvo la institución en mi vida, es el reflejo de mi persona cada mañana cuando me miro al espejo.
Actualmente soy el Gerente de Operaciones de “Café Del Valle”, que se encarga de darle valor agregado al café, transformando el café de altísima calidad de la Zona Brunca en un producto listo para ser degustado en las mesas de los costarricenses.
La autoconfianza y las habilidades blandas me han ayudado con éxito en mi carrera profesional pero sobre todo en el proyecto más importante que le llamo “vida”.
Saber liderar, desarrollar técnicas de comunicación oral, la perseverancia, la agilidad con los números, la pasión por la naturaleza y el respeto a la patria y al planeta son algunos de muchos aspectos que desarrollé en la Escuela y Colegio Del Valle y que hoy me hacen destacar como persona.
“Si algo no me mata tampoco me detendrá jamás”.